Sunday, June 25, 2006

Ayer pedi a gritos un poco de sol
Ayer pedí a gritos que todo fuera un mal sueño
Ayer pedí a gritos volver el tiempo atrás
Ayer pedí a gritos que el café estuviera recién hecho
Ayer pedí a gritos un 14 de julio, unos belmont rojos y un trabajo final
Ayer pedí, pedí, pedí...

Friday, June 16, 2006

¿Sobrevivió?


Se acabó la toma en Arcis.
El día de ayer fue una locura. El artículo de El Mercurio era lapidario y la situación insostenible.
Se convocó a los académicos, funcionarios, estudiantes y llegaron.
El ambiente estaba tenso. En un minuto los chicos anti - toma comenzaron a cortar las cadenas de la reja de Libertad con la intención de entrar y debo reconocer que la vimos negra.
Imaginabamos la escena de los cabros agarrándose a combos adentro de la U y nos urgimos demasiado. No era posibe que pasara. ¿Cómo se sentarían después en clases? Si el movimiento estudiantil ya estaba quebrado, el daño iba a ser irreparable. Y nos paramos frente a la reja.
Más tarde, el desalojo se hacía inminente. Llegaron las fuerzas especiales y nos urgimos demasiado. No era posible que pasara. ¿Cómo volveríamos a hacer clases a una universidad desalojada por los pacos? El daño iba a ser irreparable. Y se negociaba y los cabros de la toma pidieron que los profes entraran como garantes para firmar el acuerdo y entramos.
En medio de una 'turba' pre-política como la describían las insignes cabezas de la historia social de nuestro medio, adentro de la factoría en un tira y afloja sin sentido veíamos como se dilataba la solución del conflicto de una manera agotante.
Después de un par de horas, con fiscal en la puerta included, se firmó el acuerdo y empezamos a salir y vimos a la 'turba' descontrolada trantando de entrar. Después de un rato salimos, agotados pero tranquilos.
El proceso de la toma fue angustiante.
Hacer clases en Arcis se transforma en una opción, en el compromiso con un proyecto de universidad diferente, aunque estemos limitados por el hecho de que sea privada. Y realmente sentimos que estábamos perdiendo ese espacio y nos angustiaba y nos entristecía y nos emputecía.
Debo reconocer que en mi vida hay un antes y un después de empezar a trabajar allá y me daba mucha pena ver como cada día se hacía más inminente el colapso. Sentía que perdía mucho y por eso estuve allí.
Las actividades se reinician el lunes, ¿que viene ahora? ¿seguiré con pega? No lo sé. Pero allí estaré, aportando a reconstruir el proyecto.

Tuesday, June 13, 2006

Ese puto dolor en el pecho


"Mi partido, es un corazón partido..."
(Frejat/Cazuza)



Les dije a mis alumnos y a mis estudiantes que era posible ordenar la prehistoria a partir de los cambios en el consumo de sicoactivos: el complejo fumatorio del Formativo; el complejo inhalatorio del Medio y el consumo de coca en el Tardío. Creo que esa ordenación no la olvidarán, es un eficaz sistema nemotécnico.
Es posible ordenar además, la historia personal a partir de los 'quiebres' sentimentales, o pateaduras, o abandonos o todos los eufemismos que utilicemos para aquellas veces que nos han roto el corazón, y siendo justos, las veces que lo hemos roto.
La patatela de la pateadura del primer pololo, la crisis estructural del fracaso de un matrimonio, la pena negra del término de una relación larga y el dolor sin fin del abandono.
Rescato la sabiduría de la frase de que más vale el corte con dolor que el dolor sin corte. Es cierto, es ley. Lo que me abruma es que definitivamente, en el tema del dolor, no se aprende.
Todas nos generan un puto dolor en el pecho que no nos abandona, es cierto. El tema está en que duele de manera diferente, por lo menos a mí.
Pasan los días y el dolor se hace más permanente, lejos de disminuir aumenta y se enquista.
En el estado crepuscular que me embarga, a cada momento me abandonan más y más los escasos rayos de luz que me acompañan.
¿Señal de que llegará el día sin amanecer?
A lo mejor ese puto dolor en el pecho hace que mi corazón se detenga, que ya no duela y pueda descansar de la pena y me olvide.

Friday, June 09, 2006

Redecoración II





Sigo con el proceso de redecoración de una manera que a veces se torna un tanto obsesiva. En todo caso estoy feliz con el resultado.
A las adquisiciones anteriores debo sumar un par de pasadas por Casa & Ideas que se tradujeron en mi anhelado cojín para el suelo, unos porta - velas para mi living, mi dormitorio, mi baño y una maravillosa cortina de baño.
Reacomodé mi cama y cuelgan ahora los portavelas y unas banderas tibetanas, que fueron regalo. Solo falta el cambio de la base el colchón, de box spring a sommier sueco, así creo que se llama, uno de madera que es bajito. Lamentablemente mi cama japonesa tendrá que esperar ya no a un próximo impacto sino a un dormitorio más grande.
Ayer tuve visitas inesperadas pero muy benvenidas, la Dani y la Vero y se sintió tan bien. Si mi espacio antes ya era acogedor, lo sigo sosteniendo, ahora lo es más. Y ese calor de la estufa, la conversa, las risas, los llantos, la amistad le dieron calor de hogar.

Monday, June 05, 2006

Hijos de la Democracia

Asombrada y alegre he seguido el conflicto estudiantil.
Nos hacía falta como país una movilización de tamaña envergadura. Tienen en jaque a una administración que desde hace mucho nos tiene bombardeados con la imagen de un país estable y que avanza. La pregunta que se hace hoy explícita es ¿hacia dónde?.
Los pingüinos han hecho que se saque ese velo de estabilidad, creado a nivel de medios, que cubre un país donde los conflictos sociales se tapan, a fin de no entorpecer la inversión extranjera que va arrasando con nuestros recursos.
El cambio generacional se nota, nosotros que fuimos hijos de la dictadura nos estamos quedando atrás, a medio camino de jubilar y lamentablemente dedicados las más de las veces a la auotsubsistencia, sobre todo si optamos por la docencia, dejando de lado a veces un poco, a veces un mucho, nuestras luchas.
Me gustaría vivir en un país donde haya espacio para la discusión, el diálogo y las soluciones a los conflictos que nos merman como sociedad.
Abramos los ojos, asumamos un compromiso social real y de verdad empeñemonos en construir un país para tod@s:
No a la LOCE
No a Pascua Lama
Reconstruyamos Arcis
Libertad a los pp mapuche
Juicio y castigo a los culpables
La lista es larga, los invito a sumar...

Thursday, June 01, 2006

Redecoración

Vivo en un pequeño pero encantador departamento en Providencia. Debo reconocer que la tónica del espacio es el desorden, a pesar de que no tengo muchas cosas.
El problema es que abundan los libros, las fotocopias que lo transforman a veces más en oficina que en casa, y mi ropa, que definitivamente no cabe en el minúsculo closet, definitivamente poco apto para alguien tan trapera como yo.
Decidí tratar de transformarlo en un espacio más acogedor, aunque reconozco que en un principio me parecía algo rebundante. Mi casa era acogedora sin necesidad de reingenería.
Dada mis escuálidas finanzas, decidí empezar por lo básico, tazones, todos iguales, una cafetera, una tetera y algunas velas. Puede que efectivamente no sean bienes básicos, pero pueden llegar a ser extremadamente configuradores, tanto como un cepillo de dientes.
Por esa sincronía que me ronda de vez en cuando, en la última visita a la casa de mi madre, me encontré con la sorpresa de que había un par de alfombras que supuestamente me pertenecían y que había que evacuar. La tónica de la casa de mi madre es el orden.
Sin poder reconocerlas como propias las tomé pensando en como se vería mi living-oficina-chiquero con uno de ellas, no sin tener un alto grado de reticencia. Se contradecían con mi espíritu medio minimalista y harto pobretón.
Recuperé mi mortero de piedra, una luna y un sol de cerámica, regalo de mi madre de uno de sus tantos viajes por Guatemala y decidí aplicar al orden y la redecoración.
Miro el resultado del experimento y me gusta. Se ve más acogedor, más cálido y pinta como 'casa - habitación' y no 'oficina - dormitorio'', a pesar de que las torres de trabajos y pruebas por corregir aun no desaparecen.
Me gusta mi casa, se parece a mi, a mi nueva mi, que si bien tan loca como siempre, busca esos espacios de normalidad a los que tanto le arrancaba.