Novelas
En mis escasos momentos libres he vuelto a leer novelas.
Después de buscarla por meses, acabo de devorarme "Para que no me olvides" de la Marcela Serrano. Y es que debo confesar, cual placer culpable, que me deleita leer a la Corín Tellado de la Transición.
Las he leido casi todas, algunas incluso más de una vez y debo reconocer que me encantaría parecerme en algo a las protagonistas. A la del Albergue de las mujeres tristes, a la que se arranca en Nuestra Señora de la Soledad, o a la que interpreta a Jo en la de las mujercitas.
Me gustaría vivirme una novela de la Marcela Serrano, aunque debo reconocer que le cambiaría el final a varias. Aunque si miro mi vida, no tiene nada que envidiarle a ninguno de esos argumentos y los personajes son bien parecidos.
De hecho, tengo a mi propio gringo que parte arrancando porque no puede vivir la normalidad y en cierta forma hay una parte de mí que está absolutamente afásica, la Ale mujer.
Aprovecharé esos carritos de libros que hay cerca de mi próxima pega para, por unos pocos billetitos, hacerme de algunos de estos placebos para un corazóncito que cada día se cae a pedazos.
La próxima, "Tengo miedo torero" de Lemebel. Quizás de tanto leer historias reconocibles, me atreva a reconocer la mía y escribirla.